Familia Giraud Billoud, Viticultores de padres a hijos.
Breve reseña de su impronta vinicultora en Mendoza, Argentina. 1890-2012 6 generaciones de bodegueros y enólogos.
Cruz de Piedra era un verdadero páramo. Semidesértico, deshabitado, verdaderamente desalentador para cualquier labor de cultivo. No obstante, Ernesto Casimiro Giraud Billoud, con la valiosa colaboración de su padre - Pierre - y animado por el fuerte deseo de labrar un venturoso bienestar para los suyos, establece allí una plantación de viñas que no sólo daría importantes frutos en lo familiar, sino que engrandecería el lugar, transformándolo en una de las zonas vitícolas más destacadas de la provincia.
En 1894, luego de una intensa y entusiasta labor, la familia Giraud Billoud logra hacer realidad su primer establecimiento vitivinícola. Aquella bodega, ubicada en el mismo Cruz de Piedra, contaba con todos los adelantos tecnológicos de la época y con casi 50 hectáreas de excelentes viñedos, además de 200 hectáreas ubicadas en departamento de San Rafael. Sus vinos, comercializados bajo la marca "El Gran General", gozaban de gran reconocimiento local y lograban distinguirse en importantes exposiciones europeas como las Milán y París. Formados en el apego a una sentida y familiar cultura de trabajo, fueron acompañando a don Ernesto Casimiro durante esos primeros años de crecimiento empresarial, sus hijos: Pedro, Juan y Ernesto Adriano. Con una sobresaliente trayectoria viticultora y un respetado prestigio en el arte de hacer buenos vinos, la familia Giraud Billoud creció en reconocimiento y experiencia, progresando a la par de la provincia y potenciando el desarrollo de una de las zonas vitivinícolas más importantes de la Argentina.
Con el paso del tiempo, el patrimonio familiar fue distribuyéndose entre los numerosos descendientes de don Ernesto Casimiro; continuando el legado familiar, su hijo Ernesto Adriano, y posteriormente, un hijo de este: Carlos Luis. Fue Carlos Luis Giraud Billoud quien en 1983 y con la ayuda de sus hermanos, construyó la actual bodega familiar. De esos años de producción surgieron destacados vinos como son el Oporto y el Marsala, marca "Cantine Bertolino". Le sucedió, continuando el legado familiar, su hijo Santiago, quien renovó y desarrolló aún más la marca Domaine Le Billoud, y que es quien actualmente tiene a su cargo la dirección de la bodega. Santiago Ernesto Giraud Billoud, enólogo de profesión, es quien actualmente continúa la prestigiosa trayectoria familiar. De su mano, como gerente de la bodega, los vinos de Domaine Le Billoud han obtenido en los últimos años destacadísimas distinciones internacionales, especialmente el Marsala Cantine Bertolino, por dos años (2009/2011) elegido y premiado como mejor Marsala del mundo. Con el mismo espíritu fundacional de aquel pionero antepasado francés, que en 1890 supo ver en un páramo mendocino un terroir privilegiado para el desarrollo vitivinícola, Domaine Le Billoud se encuentra hoy, abierta al mundo. Desde Mendoza, Octava Capital Mundial del Vino, se proyecta a la conquista de nuevos consumidores y mercados internacionales, siempre fiel a su noble legado vinicultor y a una mística familiar capaz de soñar y elaborar vinos de la más alta calidad.
Familia Giraud Billoud, Viticultores de padres a hijos.
Con el paso del tiempo, el patrimonio familiar fue distribuyéndose entre los numerosos descendientes de don Ernesto Casimiro; continuando el legado familiar, su hijo Ernesto Adriano, y posteriormente, un hijo de este: Carlos Luis. Fue Carlos Luis Giraud Billoud quien en 1983 y con la ayuda de sus hermanos, construyó la actual bodega familiar. De esos años de producción surgieron destacados vinos como son el Oporto y el Marsala, marca "Cantine Bertolino". Le sucedió, continuando el legado familiar, su hijo Santiago, quien renovó y desarrolló aún más la marca Domaine Le Billoud, y que es quien actualmente tiene a su cargo la dirección de la bodega. Santiago Ernesto Giraud Billoud, enólogo de profesión, es quien actualmente continúa la prestigiosa trayectoria familiar. De su mano, como gerente de la bodega, los vinos de Domaine Le Billoud han obtenido en los últimos años destacadísimas distinciones internacionales, especialmente el Marsala Cantine Bertolino, por dos años (2009/2011) elegido y premiado como mejor Marsala del mundo. Con el mismo espíritu fundacional de aquel pionero antepasado francés, que en 1890 supo ver en un páramo mendocino un terroir privilegiado para el desarrollo vitivinícola, Domaine Le Billoud se encuentra hoy, abierta al mundo. Desde Mendoza, Octava Capital Mundial del Vino, se proyecta a la conquista de nuevos consumidores y mercados internacionales, siempre fiel a su noble legado vinicultor y a una mística familiar capaz de soñar y elaborar vinos de la más alta calidad.
